Doodlebug (1997), es uno de los primeros trabajos del director y guionista Christopher Nolan.
Relata el conflicto interno de un hombre. Situado en una habitación pequeña y atiborrada de objetos la cual se traduce a la mente del protagonista, quien está obsesionado por destruir un “bicho” que resulta ser una miniatura del él mismo, la cual posteriormente es aplastada por el sujeto, acabando con los problemas del protagonista, aunque paradójicamente se ve enfrentado al mismo trágico final, siendo aniquilado por el súper-hombre (también él mismo).
Sin la necesidad de utilizar diálogos, la atmósfera de este cortometraje con aire surrealista se encuentra muy bien lograda, debido al espacio reducido en la que se desarrolla el conflicto; el blanco y negro de la imagen; la música presente que genera un constante suspenso y el montaje, que aunque tiene cortes precisos en las acciones del protagonista, los planos son un poco largos lo que restará tensión a la escena.
El corto además de comunicar el estado del protagonista (que mas bien representa las inquietudes del propio director), logra que el espectador reflexione e interprete sobre la temática incluso contemporánea que afecta al hombre, la auto superación y el papel que juega la sociedad exigente en el sujeto.
Isis Cáceres Catrin.
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